martes, 6 de marzo de 2018

La sociedad actual


En la actualidad vivimos en un mundo que quizá no es del todo conocido para nosotros. Además, el entorno que nos rodea hace que no seamos conscientes del alto consumismo de la sociedad.

Si nos centramos en las características personales de los individuos, destaca el alto individualismo que nos mueve en la sociedad, el “yo” actualmente es una característica inherente a la condición humana. Esto se debe en su mayor parte a la forma en la que la sociedad se organiza, algo que es propio de las sociedades modernas. Además, somos personas que cuyo propósito vital es el desarrollo personal de hecho, eso es lo que nos diferencia de los demás. Es básico alcanzar logros para tener un reconocimiento social, para que se nos valore, o incluso para que nosotros mismos nos consideremos como una persona útil. Esto lo conseguimos, por ejemplo, a través del rol laboral que desempeñamos o como vestimos o lo que nos compramos. Es por ello, que estamos ante una sociedad denominada “sociedad del conocimiento”, ya que, si no nos formamos, no es posible crecer como personas ni enfrentarnos a las situaciones que se nos presenta. Además, nos encontramos en una situación en la que necesitamos estar en constante evolución, siempre hay alguien más y mejor formado que nosotros, y sentimos la obligación de "estar a la altura", llevando la sociedad del conocimiento, quizá, a su extremo.

Hace años las personas no tenían las cualificaciones profesionales que se exigen en la actualidad y podían enfrentarse al mundo, hoy en día esto ha sufrido un gran cambio, las empresas ya no demandan mano de obra no cualificada, sino todo lo contrario. El avance de la tecnología y de la sociedad en su conjunto genera la necesidad de recibir una educación apta para poder desempeñar puestos de trabajo con éxito y conseguir de esta manera, que las empresas sean más competitivas y los trabajadores más productivos, por ello, estamos ante una nueva era económica.

Por otra parte, tenemos la necesidad de mostrar parte de nuestras vidas a través de redes sociales. Necesitamos compartir nuestros logros para que los demás lo sepan y nos valoren. Nos encontramos ante la sociedad de la información, donde todo se mueve a través de Internet. Gracias a la red la vida es más sencilla. Podemos comprar sin necesidad de salir de casa, podemos formarnos a distancia o ser autodidactas gracias a los recursos y herramientas que nos ofrece Internet o podemos trabajar desde casa.

Es necesario destacar el poder con el que la publicidad influye en nuestras vidas, hasta el punto de que, la identidad de la persona está en el propio producto. Muchos de los productos que consumimos tienen asociada una idea de triunfo social. Esto se debe a que nos transmiten la idea de que adquiriendo un determinado producto (un coche o un IPhone) vamos a poder llegar a conseguir determinado status social y esto nos genera una necesidad que, en muchos casos, no somos capaces de controlar. Un ejemplo es que llevando unas “NIKE” vamos a poder llegar a ser los más populares del instituto.

Por último, señalar, que esta situación es buena en algunos sentidos, ya que está bien que nos desarrollemos como personas o que nos formemos, o que recurramos a Internet para poder tener información más accesible o hacer la compra cuando no tenemos tiempo. Pero al mismo tiempo, hay que controlar lo que consumimos porque al fin y al cabo nos venden lo que ellos quieren vender. Hay que tener en cuenta la parte sentimental de las personas en lugar de que coche, qué ropa o qué móvil llevan. Es necesario interactuar con los demás porque sino todo esto puede desembocar en trastornos psicológicos.

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